Acabado de primera calidad y comodidad total
Está más cerca de un camino de mesa que de una simple alfombrilla de ratón, pero es una gozada. Es muy cómoda de usar, no conserva viejos pliegues molestos y se asienta estupendamente. A la hora de limpiarla, también es perfecta: basta con pasar una esponja para mantenerla limpia, y las migas no se quedan atascadas en la malla. Un poco caro, pero la calidad está ahí y la durabilidad también.