El tamaño pequeño con todas las grandes prestaciones
Tras haber montado recientemente mi configuración en la Corsair 2000D Airflow blanca, tengo que decir que tiene toda la pinta de ser un caballero: discreta, refinada y, sobre todo, sabe mantener la calma bajo presión, incluso cuando está en pleno esfuerzo. Si James Bond necesitara una funda, estoy seguro de que optaría por ésta.
El diseño es elegante, casi minimalista, con un toque de modernidad gracias a su acabado blanco mate. Podrías pensar que su elegancia esconde una fragilidad, pero piénsalo otra vez. Esta caja puede alojar una imponente tarjeta gráfica sin pestañear, y sigue siendo lo bastante espaciosa para un radiador de 360 mm. Esto demuestra que las apariencias engañan.
En cuanto a la ventilación, los paneles de malla dejan circular el aire con una facilidad casi aristocrática. La refrigeración es eficaz y el conjunto permanece silencioso, casi como si la propia carcasa se preguntara por qué hay tanto ruido a su alrededor. En resumen, la Corsair 2000D Airflow combina a la perfección rendimiento y discreción.
En resumen, si buscas una caja que haga mucho sin pasarse, te recomiendo encarecidamente la Corsair 2000D Airflow. Elegante, de alto rendimiento y siempre dispuesta a dar lo mejor de sí misma, es la prueba de que el tamaño no lo es todo... bueno, excepto cuando se trata de ventilación.