Estupendo. No necesitas un módulo TPM adicional para instalar Windows 11.
Esta placa base tiene todo lo necesario para montar una configuración muy silenciosa (más bien de sobremesa) en una caja micro-ATX bastante antigua (Antec NSK-1380 que se coloca sobre un escritorio):
- Utilizando un Core i3-12100 con un SSD M.2 MVMe y 32 GB de RAM (para el futuro, ya que sólo hay disponibles 2 ranuras DIMM).
- Sin tarjeta gráfica: La tarjeta gráfica Intel® UHD Graphics 730 integrada en el Core i3 es cómoda para el trabajo de oficina e incluso para algunos juegos de bajo rendimiento.
- Con 300 W de potencia y un único conector P4, la fuente de alimentación original (Antec AR-350) es suficiente para el TDP de 60-89 W del Core i3. De lo contrario, la habría sustituido por una fuente de alimentación SFX. NB: He sustituido el ventilador Antec original (de 2 patillas) por un Noctua NF-F12 PWM, que permite controlarlo por BIOS y hace que la configuración sea aún más silenciosa en uso de oficina.
- Lo más importante: no es necesario comprar un módulo TPM para instalar Windows 11 (comprobado con mi configuración), lo que supone un ahorro de 40-50€. De hecho, basta con activar (por defecto) la función TPM 2.0 en la BIOS de Gigabyte: consulta, por ejemplo, https://www.pc-boost.com/pages/news_1625460714_les-cartes-meres-gigabyte-integrent-la-fonction-tpm-2-0-pour-supporter-la-mise-a-niveau-vers-windows-11.html.