Corsario, ¿qué más se puede pedir?
Sustituta de una Corsair Obsidian 700D que no tenía suficiente flujo de aire, esta caja compensa los puntos débiles de su antecesora para las configuraciones actuales. El único inconveniente es el montaje vertical de la tarjeta gráfica, además del Riser que hay que comprar como extra. El cristal templado no está lo suficientemente retrasado para que haya un buen flujo de aire y aumenta bastante la temperatura de la GPU (en mi caso, una 3070 ROG Strix). Aparte de este detalle, que es puramente cosmético, el resto de la carcasa es muy completa y te permite configurar un flujo de aire loco y, por tanto, mantener tu PC más fresco durante las sesiones intensivas de juego, especialmente en verano.