Sencillo y eficaz, ¡qué más se puede pedir!
Para reequipar un "viejo" Intel de 4ª generación, tuve que instalar un ventilador más eficiente que el que venía con el procesador cuando se instaló por primera vez.
El Be Quiet hace el trabajo perfectamente, de forma silenciosa y, sobre todo, muy eficiente. La temperatura máxima del procesador bajó de 93°C a 45°C gracias al nuevo ventilador.