1- Pero, ¿realmente puedo poner uno en mi casa?
Esta es la pregunta que muchos se hacen: no hay espacio, no hay pared, hay demasiada luz o no hay suficiente... En definitiva, respira hondo, te lo explicamos todo para adaptar tus deseos a la realidad. Así que SÍ, sí que puedes ;)
No tengo espacio...
Sí, lo tienes. Olvídate de la generación anterior que requería una gran sala para lucirse: es un no va más. Tanto si tienes un salón grande como un espacio pequeño, siempre hay un VP que encaja perfectamente. De hecho... es igual que una televisión de gran pantalla.
- ¿Tienes una habitación grande pero no tienes espacio? Entonces, instala tu videoproyector en el techo o en una mesa de centro, y preferirás una una pantalla móvil ¡para sacarla cuando te apetezca!
- ¿Su salón tiene el tamaño de un armario? Utiliza un proyector de corto alcance (menos de 1) o à un proyector de ultracorto alcance (menos de 0,3) que pueda proyectar a pocos centímetros de tu posición. Además, este tipo de VP es más compacto, luminoso y silencioso (pero más caro, claro...)
Sigo sin espacio suficiente (bis)...
¿Tienes una idea de dónde colocar tu VP, pero temes estar demasiado cerca? De nuevo, no hay problema. Se acabaron los cálculos enrevesados sobre dónde sentarse correctamente... sólo hay una verdad: la resolución. Cuanto más alta sea la resolución, más cerca podrá mirar su pantalla (grande). Así que si te ves obligado a sentarte con la nariz pegada a la proyección, no te asustes y hazte con un un UHD 4K que te permita un visionado cómodo. Además, no elijas un proyector demasiado luminoso (o no en una habitación oscura) si te preocupan los reflejos.