Si quieres mejorar la calidad del audio de tu equipo, necesitas una tarjeta de sonido nueva; ya sea interna, con conexión PCI, o externa, con cableado USB. Dependiendo del uso que vayas a darle, te convendrá una u otra. En general, si te vas a a limitar a escuchar música, ver películas y series, jugar a videojuegos poco pesados o realizar videollamadas en tu ordenador de sobremesa, basta con cambiar la tarjeta de sonido interna conectada a la placa base vía PCI. En cambio si lo que quieres es convertir tu ordenador portátil en un centro de trabajo amateur o
… profesional, una interfaz de audio para producción musical y edición de audio es la opción adecuada. Eso sí, dentro del mundo de las tarjetas externas, es apropiado señalar algunas diferencias sutiles, ya que no es lo mismo dedicarse a grabar con micrófonos e instrumentos que limitarse a editar archivos sonoros para podcasting. En ambos casos, una tarjeta de sonido conectada vía USB o FireWire sería la elección perfecta, pero teniendo en cuenta que para la creación musical y la edición profesional de audio se necesitan mejores prestaciones, más conectores y puertos (analógicos, MIDI, digitales...) y controles de parámetros básicos.