¡Tiene todas las papeletas para ser un gran éxito!
Esta pequeña placa base (micro-ATX) tiene una conectividad que rivaliza con la de sus homólogas más grandes: 2 ranuras NVMe, 6 conectores SATA, 4 ranuras de RAM, 1 puerto USB-C en la parte trasera, etc. Todo está montado con el máximo cuidado: escudo i/o integrado, disipadores de calor para el vrm, etc.
Parece robusto y tanto mejor, porque el rendimiento no se ve superado: compatibilidad con Ryzen 3000 y 5000 (sujeta a una actualización de la BIOS para este último), PCIe gen4 tanto para el SSD como, sobre todo, para la tarjeta gráfica, Ethernet de 2,5 GB... La adición de Wi-Fi es casi superflua, pero no hay elección: el Mortero B550M sin Wi-Fi ya no está a la venta.